La sombra sobre Long Beach
El lavado de autos en Bixby Knolls, Long Beach, abrió sus puertas como de costumbre a las 8 de la mañana el 13 de septiembre. Por más de dos horas, los empleados hicieron su trabajo habitual.
A las 10:30 de la mañana, un grupo de 12 vehículos desconocidos llegaron al negocio entre las calles de Linden y Atlantic Avenue.
Aproximadamente 14 individuos descendieron de los vehículos, muchos de ellos vestidos en ropa regular, sin identificación visible, excepto chalecos que decían ‘policía’ y mascarillas.
Eran agentes federales de inmigración.
“Ellos atacaron inmediatamente”, dijo Ramon Paz, el gerente del lavado de autos. “Tratamos de pararlos. Cinco personas tenían papeles, pero no les importó. Ellos dijeron: ‘Este es solo un permiso [de trabajo], es la ley. Esto es lo que Donald Trump quiere’”.
Los oficiales federales se llevaron a siete empleados, según testigos.
De acuerdo con el Departamento de Seguridad Nacional, más de 5.000 arrestos se han hecho en Los Ángeles desde junio.
La redada en el lavado de autos se llevó a cabo cinco días después de una
decisión de emergencia de la Corte Suprema, presentada por la administración de Trump, Noem contra Vasquez Perdomo. La decisión quitó restricciones que prevenían que oficiales federales de inmigración hiceran detenciones basadas en factores como “la presencia en locaciones particulares como paradas en autobús, lavados de auto, sitios para recoger jornaleros, sitios de agricultura y otros similares; el tipo de trabajo que se realiza;
hablar español o hablar inglés con acento y ser de aparente raza o etnicidad”.
Redadas como estas sobre Long Beach ensombrecen el miedo tanto para inmigrantes, como para la comunidad latina. Aunque oficiales de Long Beach no deben trabajar con ICE, el gobierno federal no ha parado de arrestar y detener inmigrantes.
Fernando, un abogado para Órale, una organización en Long Beach
enfocada en terminar con la criminalización de inmigrantes, quien prefirió que no usáramos su
apellido por razones de seguridad, llamó el movimiento inconstitucional.
“Es triste verlo, pero no sorprendente. Históricamente, estas redadas no siguen las leyes, son fundamentalmente racistas y discriminatorias”, explicó Fernando.
En 2018, California sancionó Senate Bill 54, the California Value Act, o Ley de Valores de California (SB 54), que prohíbe a las autoridades policiales locales, incluyendo la policía de escuelas y departamentos de seguridad, cooperar con los oficiales federales de inmigración. Más tarde ese año, Long Beach sancionó su propio Values Act el cual fue expandido a
principios de 2025 y protege empleados de la ciudad y ciudadanos de cooperar con las fuerzas
federales de inmigración, protege contra la recolección de información de miembros
vulnerables de la comunidad y agrega fondos para la defensa legal a través del Long Beach
Justice Fund o el Fondo de Justicia de Long Beach.
“Long Beach ha dedicado recursos para proteger familias inmigrantes y pequeñas
empresas durante estos tiempos difíciles”, el alcalde de la ciudad, Rex Richardson, anunció, refiriéndose a la redada en Bixby Knolls. “Al principio de esta semana, se aprobó un presupuesto que extiende soporte legal y educacional para trabajadores y empresarios. Seguimos explorando cada vía legal disponible para combatir las acciones dañinas de ICE”.
Mientras el abogado de Órale le da la bienvenida a muchas acciones de Long Beach, todavía hay mucho por hacer.
“Necesita haber un fondo estructural y robusto de abogados de defensa, la protección de
datos puede ser más fuerte y necesita haber un mecanismo de fuerza asegurando que Long
Beach cumple [al “Long Beach Values Act”] y que las personas pueden demandar si no cumplen”, comentó Fernando.
Pero otros no son tan optimistas.
“Long Beach no puede hacer nada”, Paz dijo. “El gobernador, el alcalde, ellos no pueden hacer nada porque Donald Trump está haciendo lo que él quiere”.
Paz dijo que las redadas están causando un gran desgaste emocional.
“Lloro todo el tiempo de verlos [a los inmigrantes siendo arrestados] en la televisión. Me duele. Soy un ciudadano y también tengo miedo. A ellos no les importa”, Paz reclamó.
Residentes locales de todas razas y etnicidades han venido a soportar el lavado de autos y a inmigrantes. Después de la redada, un público chico se unió en un lote vacío cerca del negocio para formar un círculo de oración para los detenidos.
Shell Grossman, presidente del lavado de autos Bixby Knolls dijo, “‘Ellos
trabajan duro, son honestos, trabajadores excepcionales, ellos sostienen a sus familias y
pagan impuestos–somos como familia aquí. Todos somos inmigrantes de un lugar”.
