No hay ningún lugar como ‘Casita’
Franceshi-Chávez sentada en un lugar de la sala en su tienda, Casita. Foto por Isabella Siqueira
Flores rojas crecen de un libro abierto, regadas por tres manos en un cuadro con forma de casa.
Debajo lee, “Cultivando comunidad”, el slogan creado por la dueña orgullosa de Casita Bookstore o Librería Casita.
Para Antonette Franceshi-Chávez, esto es más que una imagen imprimida en un bolso, es la encarnación de la misión de Casita.
“Queremos asegurarnos de que estemos abiertos para nuestra comunidad y abiertos para ser un espacio seguro para diferentes comunidades. Todo viene de ese diseño”, Franceshi-Chávez dijo, en referencia a el bolso colgado en la pared.
Antes de abrir Casita Bookstore, era una maestra de inmersión dual en El Salvador Community Corridor of Los Angeles, un vecindario oficialmente reconocido como salvadoreño en Los Ángeles.
“Vi lo duro que era buscar libros que fueran totalmente representativos de todos mi estudiantes”, Franceshi-Chávez reclamó. “Buscar libros en español también fue un logro difícil”.
Padres en su área eran principalmente hispanohablantes, lo que envió a Franceshi-Chávez en una búsqueda por libros que no solo fueran traducciones directas, sino también historias originales representante de las familias en su clase.
“Quería asegurarme que fueran representativos de los niños– que se trataran de los deportes o juegos que les gustaba jugar o experiencias familiares y fiestas que ellos celebraran”, Franceshi-Chávez añadió. “Fue muy difícil lograr cuando piensas en lo que estaba disponible en mi área. No había muchas librerías como esta, donde podías ver diversidad en la portada”.
Después de tener su segundo hijo en 2022, Franceshi-Chávez consideró seguir como maestra, hasta que pasó manejando frente a un edificio pequeño que de pronto se llamaría Casita.
Uno de los libros escritos por una autora latina que está disponible para comprar en Casita. Foto por Isabella Siqueira
Franceshi-Chávez firmó el arrendamiento en diciembre de ese año y pronto Casita Bookstore abrió sus puertas a la comunidad de Long Beach.
Ahora, los clientes se sienten atraídos por los distintos títulos seleccionados personalmente por Franceshi-Chávez, admirando las historias, culturas, y tradiciones representadas en cada portada.
“Siento que es importante para niños ver la diversidad de lo que está afuera”, Franceshi-Chávez explicó sobre los libros infantiles expuestos en los estantes.
En sus manos, Nancy Valdivia, una originaria del condado de Orange, cargaba “When I Wrap My Hair”, un libro infantil sobre la importancia y tradición de la larga trayectoria del amarre de cabello en la comunidad afroamericana.
“Es mi primera ver aquí y las vibras están genial”, Valdivia dijo. “Quisiera que tuviéramos algo asi más cerca de mi”.
Casita es una de cuatro librerías independientes en “Retro Row”, una zona comercial de pequeños negocios. Cada uno con su propio nicho, pero con una meta similar en mente: crear un espacio seguro para los libros y los que se encuentran entre las páginas.
“Si las librerías independientes empiezan a desaparecer, eso abre nuestra comunidad a división y causa una falta de empatía y entendimiento”, Franceshi-Chávez reclamó. “Queremos asegurarnos que haya espacios para la comunicación abierta”.
De paso de los libros ilustrados, Franceshi-Chávez asegura que lectores mayores están igualmente representados en los estantes de Casita.
En la sección de adultos, títulos como “Loca: A Novel” por Alejandro Heredia y “Emperor of Gladness” por Ocean Vuong esperan las miradas de lectores ávidos.
“También es importante para adultos leer historias que están fuera de nuestro mundito porque es como desarrollamos empatía, y cómo construimos comunidad”, Franceshi-Chávez expresó. “Si no leemos cómo vive la otra mitad del mundo, no estamos expuestos a él”.
Entrando por las puertas de Casita, visitantes y empleados sienten la energía de bienvenida que Franceshi-Chávez emite a través de la tienda.
La vista dentro de Casita, donde los libros están divididos en diferentes secciones como “Herencia Hispana” o “Inmigrantes crean a América”. Foto por Isabella Siqueira
Antes de trabajar en Casita, la empleada Estrella Contrevas escuchó sobre la librería gracias a la comunidad local. “Siento que es el lugar más seguro en el que he estado”, ella dijo.
“Es increíble, especialmente porque es negocio de una latina y porque soportamos personas de cualquier color, o sexualidad–con lo que te identifiques ”, Contrevas añadió.
Por tres años, Franceshi-Chávez se ha asegurado que cada persona que entra por su puerta se pueda ver en los estantes de Casita”.
Estoy orgullosa de que un lugar como este haya durado tres años”, proclamó. “Es un lugar que quisiera haber tenido de niña”.
Traducido por Lizbeth Gonzalez